miércoles, 28 de septiembre de 2016

"ADIOS TAURODELTA, ADIOS" (Crónica 25 de septiembre 2016. Madrid)




Foto: Juan Pelegrín (www.las-ventas.com)

Nuevo saldo ganadero en Madrid. Corrida mal presentada de Conde de la Maza, remendada por dos inválidos de El Risco. Disposición de la terna.



Plaza de toros de Las Ventas. Madrid.
27 de septiembre de 2016.
Toros de Conde de la Maza, El Cortijillo (5º bis) y Conde de Cabral (6ºbis) para los diestros:
-       Rubén Pinar: silencio y saludos. Herido por el cuarto.
-       Alberto Lamelas: palmas tras aviso y saludos desde el tercio.
-       Sergio Serrano: palmas y saludos.
Entrada: un tercio de aforo.

Parte médico de Rubén Pinar: Dos heridas por asta de toro, una en tercio inferior cara posterior muslo derecho (hueco poplíteo) con una trayectoria ascendente de 15 cm que contusiona nervio ciático común y arteria y vena poplítea causando destrozos en músculos isquiotibiales. Otra en tercio cara anterior pierna izquierda de 10 cm que afecta a tejido celular subcutáneo. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Trasladado al hospital San Francisco de Asís. Pronóstico grave. Fdo:Dr García Padrós.

Toros lidiados:
·         “Draculero” Nº 42, negro de 518 kilos (Pitos)
Penosamente presentado, ligero de carnes, alto de cruz y sin trapío. Cara suelta y nula humillación.
·         “Milanero” Nº 60, negro listón de 585 kilos (Silencio)
Feo de hechuras y atacado kilos. Flojo y descastado. No llegó con fondo.
·         “Cocinosito” Nº 4, castaño de 512 kilos (Silencio)
Ligero de carnes y algo más ofensivo que sus hermanos. Tuvo complicaciones en su lidia y no regaló las embestidas.
·         “Limpio” Nº 24, negro listón de 560 kilos (Silencio)
Más fuerte y ofensivo de cara. Acaba parándose y midiendo en el último tercio tras mansear.
·         Sobrero del Cortijillo. “Musiquero” nº 41, colorado chorreado en verdugo de 529 kilos (Pitos)
Abanto de salida, humillador en capotes y totalmente orientado en la muleta. Faltó casta.
·         Sobrero del C. de Cabral. “Caldereta” Nº 14, negro de 525 kilos (Silencio)
Discreto en presentación. Llega parado y sin fondo en la muleta, a la defensiva.


Nueva corrida de saldo para cerrar lo que parece será su última temporada, por el momento, en Madrid. Nuevo ridículo de una empresa que ha echado por tierra la temporada venteña, a base de un pésimo trabajo de promoción a la fiesta. Un logro el meter 8.000 personas este domingo en la plaza, con el simple hecho de pegar dos cartelitos en la fachada de un monumento totalmente maltratado y desapegado, ensuciado por miles de personas que se divierten bebiendo y escuchando música horas antes del festejo, sin la previsión de limpieza necesaria para los aficionados a los toros.

Llegábamos el domingo, tras horas de camino Sevilla-Madrid (Por cierto, vaya corridita de Alcurrucén en La Maestranza), para ver a los pupilos de Poli, que tanta guasa e interés crea por las redes sociales. Sorpresa primera al salir de la Macarena. ¡No pasa entera la de Poli en Madrid! Comentábamos. Segunda alarma al ver las fotografías de los toros a lidiar. ¿Pero qué es esto?

Total, que nos presentamos tras cinco horas de viaje en Las Ventas, con la grata sorpresa de un tercio de aforo en el cemento. Mierda para aburrir en los tendidos, pegajosos de alcohol  y refresco tras el conciertazo del sábado. Increible que tengamos que soportar esto. De verdad.

Puestos a pedir y criticar sale el primero de la tarde, ante el abucheo extremo de la gente. De aquellos que nos creemos aficionados y tenemos el derecho de decir y exigir, porque para ello pagamos. Esto viene siendo ya un aviso amable para el señor Simón, que no logrará callar nuestras voces. Que no le quepa la menor duda.  Un Conde chico, feo y escuchiminizado, como bien dicen en mi pueblo, que se movió sin gracia ni casta por la plaza, llegando con la cara suelta y cierto interés a la muleta algo nerviosa del confirmante, Sergio Serrano. Palmas cariñosas para empezar el festín.

En segundo lugar salió el antitipo nuñez. Regordío, sin cuajo ni remate, pobre de cara y de fuerza justa. Pitos para variar de Madrid y descaros contra Trini, todo un artista en el palco. Sabe como nadie desquiciar a la afición de Ventas. Semimoviente anduvo por el pisoteado y aparentemente duro ruedo el de Poli, que cayó con las cuatro patas arriba ya en el tercio de banderillas, ante el caso omiso del muy señor presidente. Pinar pasaportó sin gracia al animal entre el pasotismo del espectador.

El tercero fue un animal castaño, ligero de carnes y muy justo de nuevo para la plaza de Madrid. ¿A qué vino señor Leopoldo? Tuvo interés en sus embestidas, por la irregularidad de sus arrancadas. Tan pronto embestía por bajo como te buscaba el pecho a mitad de recorrido. Toda una incógnita con la que peleó Alberto, desbordado por momentos, pero siempre tragando y dando la cara. Entiendan que tras ver el día anterior al “excusas” de Morante tenga que premiar y agradecer la valentía y el querer de estos jóvenes que se parten la cara a diario.

Pinar sufrió la cornada en el cuarto, un avispado de la Maza con más complicaciones de lo esperado. Salió parado de salida y acabó buscando por ambos pitones los muslos del albaceteño, que mostró oficio y saber que hacer delante de la cara del toro. La voltereta estaba asegurada y el astifino pitón caló en el gemelo de Rubén. Palmas en su recorrido a enfermería y evolución positiva la de Rubén.

Quinto y sexto fueron remiendos del Risco, ambos devueltos a corrales por su falta de fuerzas. Todo un pleno vaya. Como primer sobrero apareció un serio animal del Cortijillo, largo y engatillado de cuerna. Apretó en querencias y se deslizó estupendamente en la gran lidia de Navazo, discreta para muchos. Increible entonces el cambio del animal en el último tercio, quedándose en los pechos y buscando constantemente a Lamelas, que protagonizó una dura batalla. Larga la faena y gallarda la batalla con el de los Lozano. Ovación desde los medios más que merecida tras una estocada algo pescuecera.

Cerró la tarde Caldereta, que solo valió para su nombre. Un animal apretado de carnes y nulo en casta, que acometió con suavidad y templanza a los buenos capotazos de Sergio Serrano, quien desplegó su mejor concepto con este parado sexto bis. Buen trazo al natural, nulamente ayudado por el de Cabral, que le costó un mundo moverse al final de su lidia. Otro que merece oportunidades.


Y con esto damos paso a la feria de Otoño. Espero que nos sorprenda también las entradas, que apuntan a ser bastante flojas en la despedida de Taurodelta. Os espero en la plaza.

Un saludo

Borja González

lunes, 19 de septiembre de 2016

"JODIDAMENTE ABURRIDA" (Crónica Las Ventas 19 Septiembre 2016)



Foto: www.las-ventas.com (Juan Pelegrín)


Descastada y mal presentada corrida de Lagunajanda en tarde sin contenido alguno.



Madrid. Las Ventas.
Domingo 18 de septiembre de 2016.
Toros de Lagunajanda para los diestros:
-       Iván Vicente: división al saludar y silencio.
-       Eduardo Gallo: saludos desde el tercio y división al saludar.
-       Esaú Fernández: división tras petición y silencio.
Entrada: Un cuarto.

Toros lidiados:
-       Primero. “Oceanador” nº 9, negro listón de 555 kilos. (Palmas)
Justo de trapío, cumplidor en varas y falto de fuerzas. Poco fondo en la muleta.
-       Segundo. Obstentoso, nº 5, negro listón de 587 kilos. (División)
Justo de presencia, manso, flojo y noble, boyante y embestidor.
-       Tercero. “Goloso” Nº 46, negro listón de 542 kilos. (Silencio)
Descastado, manso y a menos en la muleta. Buen pitón derecho.
-       Cuarto. “Lavandero” Nº 67, negro de 553 kilos. (Silencio)
Flojo y manso, a la par que descastado.
-       Quinto. “Mohíno” Nº 50, castaño albardado de 513 kilos (Silencio)
Inválido. Debió ser devuelto. Llega con nobleza y boyantía a la muleta.
-       Sexto. “Gallego” Nº 44, castaño de 584 kilos (Silencio)
Mal presentado, apretado de carnes y descastado. Manseó en varas y llego sin codicia al último tercio.


Mala a rabiar. Así fue la corrida que Doña María Domecq Sáinz de Rozas envío a la primera plaza del mundo. Como oyen. Un lote desigual, feo y justo de presencia, que desfiló entre la falta de casta y la mansedumbre propia de una vacada en horas muy bajas. ¿O es que acaso ha tenido triunfos como para volver a Madrid? Sus motivos tendrán empresarios y veedores para ello, pero el tufo que nos colaron, un día más, fue de órdago.

Un cuarto de plaza, para variar, con más del cincuenta por ciento extranjero. Un chollo que empieza a acabarse y que hemos o han de levantar. Un criterio pueblerino y festivalero que envuelve a la plaza de Madrid como si de talanqueras fuera delimitado su perímetro (con todo el respeto a los talanqueros)

Iván Vicente comparecía en su tercera tarde este año. Si, oyen bien, tres oportunidades vaya usted a saber por qué. Mientras tanto Javier Cortés, que se me viene ahora a la mente, en busca de su oportunidad de oro. Porque no llego a entender estas repetitivas comparecencias de toreros modestos con la sinrazón de entorpecer la presencia de otros que piden estar en Madrid. Emilio de Justo también se me viene a la cabeza, muy del corte venteño. Pero a esto nos tiene acostumbrados la empresa, quien tuvo la gentileza de colocarnos al gran Esaú Fernández. Todo un detalle.

Volviendo a la corrida de ayer apuntar un buen recibo capotero de Iván Vicente al primero, el de mejor condición del encierro. Animal que empujó y fijó en varas, y que a pesar de su justa fuerza tuvo la nobleza y boyantía suficiente como para romper para delante. No estuvo bien el madrileño, que perdió sitio en todo momento, sin mandar en las descompuestas embestidas del bicho, que poco a poco fue yendo a menos. Saludos gracias a sus paisanos.
El cuarto fue un animal que se movió menos que los pómulos de Camilo Sesto. Sin picar como sus hermanos y pidiendo clemencia desde salida. Esperpento alargado por un sinfín de muletazos sin sentido. Allí no pasaba nada.

Al segundo le protestaron de salida por su falta de seriedad. Animal bajo y apretado, pobre de cara y sin esa curvatura de pitón que tanto gusta y pide Madrid. Salió con alegría y buen recorrido en los primeros tercios, mostrando claridad y buenas embestidas por ambos pitones. Por ello Eduardo quiso cuidarlo en varas, ante las protestas y exigencias de pocos aficionados. Duró dos tandas el animalito, viniéndose abajo y parándose en los finales de la misma. Saludos cariñosos desde el tercio.

El quinto también fue muy protestado por su falta de fuerzas. Castaño albardado, largo y con más seriedad que sus hermanos. Cojeó en los inicios, levantando la ira de un público cansado y aburrido, y quiso deslizarse con clase y largura por ambos pitones ante la templada muleta del charro, que dejó sueltos y despaciosos muletazos por ambas manos, sin la apretura de la emoción ni la tempestad del cornúpeta, que fue apagándose poco a poco. Faena larga y pesada, de excesivo sobeteo, rematada con un estupendo bajonazo en el mismísimo costillar. Los saludos desde el tercio tras semejante imagen fueron muy lamentables.

Cerraba la terna Esaú Fernández, inmerecidamente acartelado en Madrid, que no les quepa la menor duda. Sus ganas y disposición toda la tarde no tapan la nula técnica y formas de torero del joven sevillano, que sigue sin entrar en mis ideales. Toreo ventajista, poco estiloso y vulgar, muy vulgar.
Recibió en puerta de chiqueros a su primero, reconocedor de la facilidad que tiene para la larga cambiada a porta gayola. Nada fácil por cierto. Capotazos a la velocidad de la luz, ganando terreno, y colocación como pollo sin cabeza al poner en suerte al burel. Se dispuso entonces a torear desde Palma, con el trasero en pompa, y más allá del fuera de cacho, escuchando lógicamente las protestas de Madrid. Derechazos ligados y esperpénticos. Algo más ortodoxo al natural, pero no vayan a creer gran cosa. Estocada caída y bochornosa petición de oreja. La vuelta se la guardó tras un amago sospechoso.
Con el sexto apenas presté atención, para que negarlo. Solo vi un animal sin trapío para Madrid moverse sin gracia alguna por ese inmenso ruedo. También recuerdo latigazos de muleta y mucha tardanza al doblar en chiqueros. Nada destacable vaya.

Y esto ha sido lo más que he podido sacar de tan aburrida tarde. Lo juro.

Un saludo
Borja González